En el proceso de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas entran en juego numerosos factores. Además de los factores cognitivos, tienen un papel fundamental los aspectos afectivos, ya que pueden condicionar en gran manera la evolución de los estudiantes en la materia. En la práctica diaria, los docentes de matemáticas son testigos de la extendida presencia de reacciones afectivas adversas y cómo éstas determinan el comportamiento de los estudiantes con respecto a la asignatura. Tanto es así, que muchos de los estudiantes que la experimentan deciden dejar de cursar la materia aún arriesgando sus opciones de cara a escoger estudios universitarios.
Sensibilizados con el problema, desde nuestro trabajo de investigación hemos pretendido modelizar esta situación real, que vivimos día a día en nuestras aulas.
Para ello nos hemos centrado en uno de los factores afectivos más activamente implicados en la enseñanza de las matemáticas y en la toma de decisiones académicas por parte de los estudiantes, como es la ansiedad matemática. Nuestro interés se concentra en la relación de ésta con otras variables afectivas y educativas y en la influencia que puede ejercer a la hora de escoger estudios universitarios.
1. Estructura de la investigación A la investigación le hemos dado una estructura que contempla los pasos del proceso de modelización. Este proceso lo hemos realizado siguiendo las fases descritas por Ortiz (2002), y que son: identificación de la situación problema, construcción del modelo matemático, elección de los contenidos y métodos matemáticos, e interpretación y validación.
1.1. Identificación de la situación problema La situación o problema real que pretendemos modelizar se refleja tanto en la literatura consultada como en la práctica diaria en las aulas. Ésta es la que se refiere a la influencia de los afectos negativos en el proceso de aprendizaje de las matemáticas y en la toma de decisiones académicas por parte de los estudiantes. De ella se desprenden cuestiones e interrogantes que consideramos interesante abordar (p. ej. de qué manera se relacionan los diferentes aspectos, qué papel juega la ansiedad matemática, o hasta qué punto los afectos son predictivos de la elección de titulación).
En esta fase se hace necesario entender la estructura y precisar el sentido de la situación y en ella se incluye la posible toma de datos (Ortiz, 2002). Para conseguir el entendimiento es necesario observar la presencia o no de respuestas afectivas negativas en los estudiantes y detectar hipotéticas relaciones significativas entre las variables que pueden estar relacionadas con ellas. Para ello hemos llevado a cabo una recogida y análisis de datos- con estudiantes que recientemente han tomado una decisión respecto a qué estudios universitarios escogen- que nos proporcionarán información de su situación concreta.
A partir de los resultados de estos análisis y los antecedentes existentes en la literatura, teorizamos una serie de relaciones entre variables. Esto nos lleva a construir el modelo real (modelo en el que se relacionan las diferentes variables tenidas en cuenta).
1.2. Construcción del modelo matemático/Elección de los contenidos y métodos matemáticos Una vez construido el modelo real, llega el momento de traducir las relaciones incluidas en él al lenguaje matemático para ser analizadas. A diferencia de la mayoría de trabajos presentes en la literatura, en los que cada relación se analiza por separado, nuestro propósito ha sido realizar el análisis de todas las relaciones propuestas en el modelo de manera simultánea. El análisis mediante la modelización con ecuaciones estructurales nos ha permitido hacerlo. Por este motivo consideramos que es el más adecuado. Del análisis se desprenden una serie de conclusiones sobre la calidad del modelo que dotan de significado a cada una de las relaciones propuestas en él.
1.3. Interpretación y validación Una vez que hemos comprobado que el modelo creado es de calidad, podemos interpretar cada una de las relaciones del mismo, explicando las implicaciones que en la vida real tiene cada una de ellas. Este proceso da lugar a una serie de conclusiones que es necesario contrastar con la situación real con el fin de validar el modelo. Para ello hemos considerado pertinente elegir estudiantes de segundo curso de bachillerato que están finalizando el curso y preparando el acceso a la universidad, ya que son sujetos similares a los de recién ingreso en la universidad. Esta elección nos permite contar con un grupo heterogéneo en cuanto a la titulación que piensan elegir. Puesto que son alumnos que están en pleno proceso de toma de decisión en cuanto a la titulación universitaria que van a escoger, nos pueden aportar información que nos permita interpretar y validar el modelo.
La validación debe llevarse a cabo bajo condiciones parecidas a las que existían cuando se construyó el modelo. Por este motivo hemos filtrado la muestra de sujetos de bachillerato considerando tan sólo a aquellos que tienen características similares a los sujetos universitarios participantes en la primera fase del estudio. Además hemos comprobado (mediante el análisis de las respuestas a las escalas) que afectivamente los dos conjuntos de sujetos (la muestra universitaria y los estudiantes filtrados de bachillerato) son similares. Por tanto, una vez comprobado que las condiciones de los participantes son equiparables, hemos llevado a cabo el proceso de validación del modelo teórico propuesto y lo hemos hecho por medio de entrevistas.
© 2008-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados