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Medición de la sostenibilidad energética

  • Mariano Sidrach-de-Cardona Árbol académico ; Llanos Mora-López Árbol académico ; María José Márquez-Ballesteros [1] ; Andreas Sumper Árbol académico ; Pau Lloret-Gallego [2]
    1. [1] Universidad de Málaga

      Universidad de Málaga

      Málaga, España

    2. [2] Universitat Politècnica de Catalunya

      Universitat Politècnica de Catalunya

      Barcelona, España

  • Localización: Actas del IX International Greencities Congress: 9.º Foro de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana / coord. por Olga Romero Guisado; María Luisa Gómez Jiménez (dir.), 2018, ISBN 978-84-09-01166-7, págs. 66-81
  • Idioma: español
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Las ciudades son entidades complejas, en las que se superponen numerosos actores y escenarios diversos que no sólo se relacionan con las condiciones físico-ambientales de los territorios sino con bagajes culturales, marcos socioeconómicos y perspectivas históricas que las han moldeado durante siglos. Sin embargo, estos escenarios de complejidad presentan las mayores oportunidades, para las acciones de sostenibilidad, no sólo por la demanda de recursos que es necesaria para el funcionamiento de las ciudades, sino por las repercusiones medioambientales que originan en el planeta. Partiendo del papel protagonista de las ciudades en el logro de metas globales, con este trabajo se reconoce el peso que tiene el uso de la energía en esta labor, sacando a la luz los distintos aspectos en los que participa y en los que es necesario intervenir si se desea llegar a una ciudad más sostenible energéticamente hablando, lo que conseguirá intrínsecamente una mayor sostenibilidad del conjunto del espacio urbano. Desde la labor de Naciones Unidas para promover el desarrollo sostenible se reconoce explícitamente el protagonismo del vector energético, y en particular en los Objetivos del milenio, el número 7 está dedicado exclusivamente a la energía. Existe una relación trascendental entre energía y desarrollo sostenible que pone de relieve la importancia del acceso a una energía moderna eficiente que permita un control técnico sobre la misma, que contribuya a una economía baja en carbón, y que no sea contaminante. Desde este trabajo, se propone que los sistemas energéticos que se utilicen en una ciudad coadyuvarán a los logros de sostenibilidad en cualquiera de otros ámbitos. Por tanto, la sostenibilidad energética urbana debe ir encaminada a mejorar el equilibrio de flujos de materias primas y la producción de residuos/contaminantes, lo que mejorará de manera indefectible la habitabilidad urbana, además de favorecer las metas globales de desarrollo sostenible. Por todo ello, se ha creado una metodología de evaluación de la sostenibilidad energética de la ciudad, en la que se caracteriza el uso final de la energía, los sistemas y flujos energéticos, así como de otros conceptos intrínsecamente relacionados y que deben ser cuantificados tales como, la mejora de la calidad del aire en los entornos urbanos, la reducción de dependencia de combustibles fósiles con la consiguiente reducción de emisiones de CO2, la eficiencia energética en el transporte, y en los edificios. Se han definido tres bloques de indicadores, que convenientemente articulados nos ofrecen una medición objetiva de la sostenibilidad energética de una ciudad: INDICADORES ENERGÉTICOS BÁSICOS: se corresponden con balance energético del sistema ciudad, y se definen cómo el conjunto de indicadores imprescindibles para tener una información completa de la sostenibilidad energética de una ciudad, atendiendo al metabolismo urbano (vector energético como insumos y vector contaminantes. INDICADORES ENERGÉTICOS TRANSVERSALES: además del conocimiento del balance energético, se han definido unos indicadores que están relacionados con aquellas acciones que ayudan a mejorar los indicadores energéticos. INDICADORES ENERGÉTICOS COMPLEMENTARIOS: para el cumplimiento de los objetivos globales de sostenibilidad, se necesita complementar la información con otros indicadores, que, aunque tengan influencia menor y se circunscriban expresamente al ámbito ciudad, son necesarios para la valoración global. Se han evaluado las ciudades de Barcelona y Málaga como ciudades pilotos, en las que comprobar la metodología y establecer directrices para extrapolar las conclusiones a otras ciudades.

    • English

      Cities are complex entities, in which numerous actors and diverse scenarios are superimposed that are not only related to the physical-environmental conditions of the territories but also to the cultural baggage, socio-economic frameworks and historical perspectives that have shaped them for centuries. However, these complexity scenarios present the greatest opportunities for sustainability actions, not only because of the demand for resources that is necessary for their operation but also because of the environmental repercussions that they cause on the planet. Starting from the leading role of cities in the achievement of global goals, this project recognizes the importance of the use of energy in this work, bringing to light the different aspects in which it intervenes and in which it is necessary to intervene If you want to reach a more sustainable city energetically speaking, which will intrinsically achieve greater sustainability of the whole urban space. From the work of the United Nations to promote sustainable development explicitly recognizes the role of the energy, and in particular, in the Millennium Development Goals, the number 7 is dedicated exclusively to energy. There is a transcendental relationship between energy and sustainable development that highlights the importance of access to an efficient modern energy that allows a technical control over it, that contributes to a low carbon economy, and that is not polluting. From this work, we focus on the fact that the energy systems used in a city will contribute to the achievement of sustainability in any of the other areas. Therefore, urban energy sustainability should be aimed at improving the balance of raw material flows and the production of waste/pollutants, which will unfailingly improve urban habitability, as well as favour the global goals of sustainable development.Therefore, a methodology for evaluating the city's energy sustainability has been created, which characterizes the final use of energy, energy systems and flows, as well as other intrinsically related concepts that must be quantified. like, the improvement of the quality of the air in the urban surroundings, the reduction of dependency of fossil fuels with the consequent reduction of CO2 emissions, the energetic efficiency in the transport, and in the buildings. Three blocks of indicators have been defined, which conveniently articulated offer us an objective measurement of the energy sustainability of a city: BASIC ENERGY INDICATORS: correspond to the energy balance of the city system, and define how the set of essential indicators to have complete information on the energy sustainability of a city, addressing the urban metabolism (energy vector as inputs and vector pollutants). INSTRUMENTAL ENERGY INDICATORS: besides the knowledge of the energy balance, indicators have been defined that are related to those actions that help to improve the energy indicators. COMPLEMENTARY ENERGY INDICATORS: for the fulfilment of the global objectives of sustainability, it is necessary to complement the information with other indicators, which, although they have minor influence and are expressly limited to the city area, are necessary for the global assessment. The cities of Barcelona and Malaga have been evaluated as pilot cities, in which to check the methodology and establish guidelines to extrapolate the conclusions to other cities.


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