Parece evidente que para hacer computable la solución de cualquier problema, sea este de naturaleza numérica, simbólica o conexionista, es imprescindible construir una secuencia de modelos (a nivel de conocimiento y en el dominio del observador) de forma tal que las entidades y relaciones que constituyan las primitivas del último de esos modelos ya puedan reescribirse de forma clara, precisa e inequívoca usando sólo las primitivas de un lenguaje de programación y las tablas de semántica adecuadas, para que en la interpretación de los resultados de la computación no se añadan significados arbitrarios.
© 2008-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados