Uno de los aspectos más relevantes de la actividad humana es la toma de decisiones, que consiste en encontrar la mejor opción de entre un conjunto de alternativas posibles, Todos los modelos de toma de decisión (unipersonal, multicriterio, grupo ...) lo que intentan es modelar el comportamiento humano, por ello, se considera racional maximizar alguna función de utilidad o alguna función de utilidad esperada como en el caso de incertidumbre, donde sabemos que tales funciones de utilidad existen siempre que las preferencias del decisor satisfagan ciertas condiciones de racionalidad.
Un problema de decisión en grupo se establece en entornos donde hay una cuestión común a solucionar, un conjunto de opciones posible a elegir, y un conjunto de individuos que son los expertos que expresan sus opiniones sobre el conjunto de alternativas posibles y que tienen la intención de alcanzar una decisión colectiva como solución única del problema en cuestión.
El objetivo de este trabajo de investigación ha sido dirigido sobre dos aspectos fundamentales de la toma de decisión: La racionalidad de los juicios que emite el decisor; y el modelado de la toma de decisión en grupo creando procesos de decisión alternativos; y todo esto aplicado en el entorno del Proceso Analítico Jerárquico (AHP).
Una vez que el decisor ha emitido los juicios, es deseable disponer de medidas que ayuden a cuantificar la consistencia de dichos y poder establecer si pueden ser utilizados en los procesos de decisión. Para ello, en este trabajo se han propuesto diferentes medidas que garantizan decisiones coherentes.
Las tendencias actuales de decisión en grupo tienden a formar grupos de decisores en función de sus intereses, lo que requiere medidas que establezcan la distancia entre decisores, además de operadores de agregación que tengan en cuenta la cardinalidad y que eviten lo que denominamos problemas de reparto entre decisores; problemas que están
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