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Resumen de Impact of marine sound pollution from merchant ships

Julio Emilio Marco Franco

  • español

    Esta tesis aborda el estudio y propuesta normativa para una regulación de la contaminación acústica generada por los buques mercantes, que es la principal causa de la contaminación acústica submarina. Está dividido en tres capítulos. En el primer capítulo se revisan los aspectos de la acústica marina, incluyendo una revisión de los hidrófonos, el análisis de las distancias a las que las intensidades del sonido se mantienen por encima de un nivel base y un estudio de diseño propio, que lleva a la conclusión de que las diferencias en Las tendencias incrementales en la intensidad del sonido submarino en estudios anteriores se deben a diferencias en el tráfico marítimo. Esto lo confirman datos estadísticos altamente significativos obtenidos mediante regresión logística binaria entre registros hidrofónicos que han detectado un aumento y los que no (p<0,0001). Una recopilación y análisis bibliométrico ha permitido estudiar específicamente el impacto negativo del ruido generado por los barcos sobre las especies marinas. En el 87% de las publicaciones consultadas, incluyendo datos experimentales, se evidenció un impacto negativo alto o moderadamente alto del sonido sobre las especies marinas; sólo el 5% de los artículos no reportaron efectos de la contaminación acústica. El estudio abarcó una amplia variedad de mares y océanos, aunque la mayoría de los estudios (31%) se realizaron utilizando jaulas o similares. La investigación se realizó principalmente en peces (43%) y mamíferos (38%). Se registraron cambios de comportamiento en el 59% de los casos, cambios físicos en el 11%, enmascaramiento en el 11% y cambios combinados en el 14%. Se proponen cuatro niveles de intensidad sonora subacuática: Zona ambiental 0 (sin contaminación antropogénica apreciable), desde el nivel base (30 dB) hasta 80 dB. Zona A de contaminación aceptable (baja), de 81 dB a 175 dB (umbral de daño potencial). Zona B de intensidades sonoras tolerables, pero potencialmente dañinas (entre 176 dB y 195 dB) y una Zona C de riesgo de lesión permanente (por encima de 195 dB, umbral de lesión permanente); Los buques que generen intensidades de este nivel deberían ser penalizados o incluso prohibidos. Se sugiere un camino a seguir para la futura regulación de la contaminación acústica submarina, a través de un esfuerzo concertado a través de una vía global derivada de la ONU en colaboración con organizaciones globales y de la UE especializadas, incluidos los registros del Mar Báltico, y el apoyo legal de los expertos del mundo. Comisión de Derecho Ambiental. Su implementación debe realizarse a través de la Organización Marítima Internacional (OMI).

  • English

    This thesis deals with the study and normative proposal for a regulation of noise pollution generated by merchant ships, which is the main cause of underwater noise pollution. It is divided into three chapters. In the first chapter, the aspects of marine acoustics are reviewed, including a revisit of hydrophones, the analysis of the distances at which sound intensities are maintained above a baseline level, and a self designed study, which leads to the conclusion that the differences in incremental trends in underwater sound intensity in previous studies are due to differences in maritime traffic. This is confirmed by highly significant statistical data obtained by binary logistic regression between hydrophonic records that have detected an increase and those that have not (p<0.0001). A compilation and bibliometric analysis has made it possible to study specifically the negative impact of ship-generated noise on marine species. In 87% of the publications consulted, including experimental data, a high or moderately high negative impact of sound on marine species was evident; only 5% of the articles reported no effects of noise pollution. The study covered a wide variety of seas and oceans, although most of the studies (31%) were conducted using cages or similar. The research was mainly conducted on fish (43%) and mammals (38%). Behavioural changes were recorded in 59% of cases, physical changes in 11%, masking in 11% and combined changes in 14%. Four levels of underwater sound intensity are proposed: Environmental zone 0 (no appreciable anthropogenic pollution), from baseline level (30 dB) to 80 dB. Zone A of acceptable (low) pollution, from 81 dB to 175 dB (threshold of potential damage). Zone B of tolerable, but potentially harmful sound intensities (between 176 dB and 195 dB) and a Zone C of risk of permanent injury (above 195 dB, permanent injury threshold); vessels generating intensities at this level should be penalised or even banned. A way forward for the future regulation of underwater noise pollution is suggested, through a concerted effort via a global track derived from the ONU in collaboration with specialised global and EU organisations, including the Baltic Sea registers, and legal support from the experts of the World Commission on Environmental Law. Its implementation should be carried out through the International Maritime Organization (IMO).


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