María Rodríguez Blanco
Es sabido que los cambios que se producen en el árbol vascular retiniano, tales coma la constricción y el estrechamiento arteriolar, están asociados a la hipertensión arterial. Además, son indicadores de riesgo de enfermedades tanto cerebrovasculares como cardiovasculares1,2. El oftalmoscopio es el método clásico para estudiar estas alteraciones de la retina mediante el conocido Índice Arterio-Venoso (IAV). Estas alteraciones son fáciles de ver en situaciones avanzadas, pero muy difíciles de demostrar y cuantificar precozmente. El problema es que este método es subjetivo, impreciso y poco reproducible, convirtiéndose en un instrumento poco fiable para conocer la repercusión de la hipertensión arterial y otras enfermedades sistémicas sobre el calibre de los vasos de la retina.3 Para evitar esta imprecisión, se han publicado diversos métodos con el objetivo de valorar cuantitativamente el calibre vascular retiniano en la población, así como demostrar un estrechamiento del mismo en pacientes hipertensos.4-7 Por otra parte, diversos autores han observado los cambios que se producían en la vascularización retiniana de pacientes que sufrían hipertensión después del tratamiento con fármacos antihipertensivos.8 Nosotros nos basaremos en un método de medición que ya fue previamente validado por el grupo de trabajo de Antonio Pose, Francisco Gómez-Ulla y colaboradores 6,7 para compararlo con un nuevo modelo de medición. Ambos métodos precisan, para un correcto análisis de la imagen, la introducción de la fotografía de fondo de ojo en una base de datos. Diversos estudios demostraron que el árbol vascular del ojo puede ser identificado a partir de vasos equidistantes del nervio óptico,4-8 y en esto se basan ambos métodos. Para esto es necesario indicar en la imagen (previamente introducida en la base de datos), cuál es el centro del nervio óptico, para posteriormente trazar puntos concéntricos múltiplos del diámetro del mismo. Ésta será la región de interés ya que los vasos se cortan en distintos meridianos. El oftalmólogo deberá definir estos vasos como arteria o como vena, y posteriormente el programa mide automáticamente cada vaso en el punto de corte seleccionado, determinando así el calibre vascular de cada vaso así como un promedio del diámetro arterial, del diámetro venoso y del índice arteriovenoso. El objetivo principal del presente estudio es la elaboración de un protocolo estandarizado de fotografías de fondo de ojo, y la observación mediante un programa de medición del calibre vascular retiniano (previamente validado) de los cambios producidos en el calibre arterio-venoso en pacientes hipertensos, antes y después del tratamiento antihipertensivo. También se realizará una comparación entre el método anteriormente propuesto con el actual, y de igual forma compararemos ambos métodos con el propuesto por Hubbard 4 y Knudtson 9 que es el más ampliamente usado hasta el momento. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1-Wong TY, Klein R, Klein BE, et al. Retinal microvascular abnormalities and their relationship with hypertension, cardiovascular disease, and mortality. Surv Ophthalmol 2001;46:59-80. 2-Wong TY, Klein R, Couper DJ, et al. Retinal microvascular abnormalities and incident stroke: The Atheroclerosos Risk in Comunities Study. Lancet 2001;358:1134-40 3-Maestri MM, Fuchs SC, Ferlin E, et al. Detection of arteriolar narrowing in fundoscopic examination: evidence of a low performance of direct ophthalmoscopy in comparison with a microdensitometric method. Am J Hypertens 2007;20:501-5. 4-Hubbard LD, Brothers RJ, King WN, et al. Methods for evaluation of retinal microvascular abnormalities associated with hypertension/sclerosis in the Atherosclerosis Risk in Communities Study. Ophthalmology 1999;106:2269-80
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