Ha sido reseñado en:
Andrés Martínez Medina (dir.), Arquitecturas para la defensa de la costa mediterránea (1936-1939), CD-ROM + opuscle, Alacant, Servei de Publicacions de la Universitat d’Alacant, 2016, 68 pp.
Gaspar Jaén i Urbán, Ricardo Irles Parreño
Rivista Italiana di Studi Catalani, ISSN 2279-8781, Nº. 7, 2017, págs. 246-250
Martínez Medina, Andrés (dir). Arquitecturas para la defensa de la costa Mediterránea (1936-1939)
Ricardo Irles Parreño (res.), Gaspar Jaén i Urbán (res.)
Archivo de arte valenciano, ISSN 0211-5808, Nº. 98, 2017, págs. 407-409
Desde el estallido de la rebelión militar contra la II República en julio de 1936, el gobierno legítimo procedió a la creación de una red de defensas por toda la costa del Mediterráneo para proteger las ciudades ante previsibles ofensivas enemigas, si bien se trató de obras rápidas de campaña levantadas con sacos terreros y materiales poco duraderos; otros planes locales acometerían los refugios subterráneos para los habitantes. A medida que la contienda se alargaba y que el bando nacional ganaba territorios, el Estado Mayor Mixto de Defensa de la Costa acometió un plan para fortifi car el litoral mediterráneo republicano a finales de 1937 cuyas obras se alargarían al año siguiente. Este plan contempló la construcción de una gran cantidad de arquitecturas que se organizaban en dos frentes. Un primero sobre la propia costa a base de búnkeres o blocaos ejecutados en hormigón armado. Y un segundo frente, más retirado respecto del mar, en segunda línea, normalmente en posiciones elevadas sobre el terreno, constituido por pequeños asentamientos equipados con baterías antiaéreas.
En el caso de la provincia de Alicante dos fueron los entornos urbanos a defender ‘a toda costa’, Alicante y el tándem Denia y Jávea, aunque casi todas las poblaciones con puerto contaron con algunas arquitecturas militares (muchas ya desaparecidas).
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