José Martel Moreno
Con este trabajo trato de hacer un pequeño recorrido histórico para mostrar la manera ingeniosa que tenían algunas culturas para resolver la ecuación de segundo grado. Empezaré por la antigua Babilonia, y, sin pretender un estudio exhaustivo de las distintas aportaciones, terminaré con un representante francés del Renacimiento. Finalmente haré unas consideraciones generales con el fin de mostrar que mediante la formación de un cuadrado (geométrico o algebraico) se puede resolver, fácilmente, la ecuación cuadrática sin necesidad de recurrir a su fórmula general.
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