México
En México se realizan los Censos Económicos cada cinco años, visitando a todos los establecimientos. Aunque la respuesta de los establecimientos es en general muy buena, ya que sólo el 1% de ellos no responden su cuestionario, cuando quien no responde es un establecimiento grande (es decir, con ingresos iguales o mayores a 50 millones de pesos anuales, o personal ocupado igual o mayor a 50 personas ocupadas, o bien establecimientos que forman parte de una empresa nacional, es decir, que comparten una misma razón social y se encuentran ubicados en más de una entidad federativa, entre otras características) la información faltante puede tener un impacto significativo, por lo que es necesario imputarla. Los Registros Administrativos son esenciales para ello.
En los Censos Económicos de 2019 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recurrió a tres fuentes de datos para realizar imputaciones: las Encuestas Económicas Nacionales que se realizan mensualmente en el país y que abordan sobre todo a los establecimientos grandes, los registros de la oficina recaudadora de impuestos del país, que reciben la declaración de impuestos que realizan las empresas, también mensualmente, y los Estados de Resultados Financieros que las propias empresas publican en internet y que están disponibles al público.
Por supuesto, los datos obtenidos de estas fuentes requieren pasar por algunas transformaciones antes de poder ser utilizados para hacer imputaciones, como transformar los datos por empresa a datos por establecimiento, por ejemplo; y además no contienen toda la información que se requiere para completar los cuestionarios censales, por lo que se establecen procedimientos específicos para imputar cada variable. Este documento aborda tanto las transformaciones realizadas, como los procedimientos seguidos para realizar las imputaciones, y también refiere el impacto de dichas imputaciones en los resultados finales del censo.
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