Los bancos centrales utilizan intensivamente datos estructurados (micro y macro) para el desarrollo de sus funciones, entre las que destaca el seguimiento en tiempo real de la actividad económica. El desarrollo tecnológico está permitiendo integrar nuevas fuentes de datos masivos, más granulares y disponibles con mayor frecuencia, en muchos casos no estructuradas. Esto supone un desafío importante desde el punto de vista de la gestión, el almacenamiento, la seguridad y la confidencialidad. Este capítulo analiza las ventajas y los retos de estas nuevas fuentes, y describe algunos casos de éxito de su incorporación en el ámbito del análisis económico y la previsión.
© 2008-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados