María Dolores De Juan Vigaray , Elena González Gascón, Carolina Lorenzo Álvarez, Cristina Cachero Castro , Juan José López García, Victoria Hernández-Ricarte, Santiago Meliá Beigbeder , Sergio Miñano Muñoz, Begoña Subiza Martínez, Josep E. Peris Ferrando , Julio Carmona Martínez, Joaquim Nebot Navarro, Vicent R. Poveda Clement, Carmen Martínez Mora, Aurelio López-Tarruella Martínez, Joaquim Cuevas Casaña, Francisca María Fernández Díaz
La temática central del proyecto está referida a la aceptación de las innovaciones educativas por parte del estudiantado. Desde el 14 marzo de 2020, el Gobierno español decretó la entrada en vigor del estado de alarma en todo el territorio nacional debido a la pandemia mundial por Coronavirus, y toda la comunidad universitaria, al igual que todos los entornos docentes, se vio abocada a una inmersión total en las tecnologías para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje. El sistema docente, incluido el universitario, de manera forzada, tuvo que aprender nuevas herramientas de organización, de evaluación, de colaboración, de formación y también de comunicación que han sido adoptadas con mayor o menor facilidad y con mayor o menor voluntariedad. La aceptación de las innovaciones es fundamental para tener éxito (Brown y Karagozoglu, 1989), mientras que los efectos negativos a largo plazo están asociados al uso forzoso de tales innovaciones (Ram y Jung, 1991). Esta investigación se interesa en conocer los efectos positivos, pero también los efectos negativos para poder mejorarlos y alcanzar una docencia de éxito en cursos futuros.
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