La eponimia, proceso de generación de expresiones -epónimos- que tratan de asociar un hallazgo con su descubridor, es el sistema de reconocimiento del mérito científico más prestigioso y duradero en el tiempo. No obstante, en ocasiones, el epónimo establecido no hace honor al descubridor original del hallazgo en cuestión. Esto es lo que estipula la Ley de Stigler, que ningún descubrimiento científico recibe el nombre de su descubridor original, y cuyo cumplimiento se comprueba en algunos de los epónimos estadísticos más relevantes analizando la historia del proceso de formación de cada uno de ellos. El análisis revela que, de los seis casos considerados, tres evidencian la Ley de Stigler. En concreto, se constata que De Moivre fue el primero en descubrir tanto la distribución normal como la distribución de Poisson, siendo Bortkiewicz el primer autor en detectar la aplicación de la Poisson como distribución de los sucesos raros, mientras que la distribución de Cauchy fue descubierta por Poisson antes de que Cauchy hiciera referencia a ella. Por otro lado, hay dos casos (distribución F de Snedecor y Teorema de Bayes) en los que el análisis suscita dudas o controversias que no permiten pronunciarse sobre el cumplimiento o no de la Ley. Finalmente, en el caso de la distribución t de Student, desde un principio se supo que el pseudónimo Student hacía referencia a su descubridor, Gosset.
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