No son raras las ocasiones en las que quienes nos de dicamos a las matemáticas afirmamos con entusiasmo que hay belleza en ellas.
Nos parece una verdad tan evidente que, como ocurre con lo esencial, somos incapaces de explicarla con palabras, por lo que recurrimos a ejemplos y comparaciones. Esta revelación resultaría innecesaria a quien ha tocado el espacio; a quien lo ha imaginado, lo ha modelado y le ha dado existencia. Solo necesitaríamos silencio para transmitir esa experiencia estética de las matemáticas al escultor malagueño Miguel Berrocal.
Nacido en Villanueva de Algaidas, en 1933, Berrocal llevaba en su alma la esencia de las matemáticas, aunque reconoció haberlo descubierto tras su paso por la Universidad Central de Madrid (Universidad Complutense en la actualidad) de la mano de quien ejerciera de presidente de la RSME, el catedrático José Barinaga Mata.
It is not unusual for those of us who dedicate ourselves to mathematics to affirm with enthusiasm that there is beauty in mathematics.
It seems to us such an evident truth that, as with the essential, we are unable to explain it in words, so we resort to examples and comparisons. This revelation would be unnecessary to those who have touched the space; whoever has imagined it, has modeled it and given it existence. We would only need silence to transmit that aesthetic experience of mathematics to the Malaga sculptor Miguel Berrocal.
Born in Villanueva de Algaidas, in 1933, Berrocal had in his soul the essence of mathematics, although he admitted to having discovered it after spending time at the Central University of Madrid (Universidad Complutense today) by the hand of whoever served as president from the RSME, Professor José Barinaga Mata.
© 2008-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados