Resumen de Las ondas gravitacionales, mensajeras de un universo oculto
La reciente detección de ondas gravitacionales por parte de la colaboración LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) supone la confirmación de una de la predicciones más sorprendentes de la teoría de la Relatividad General de Einstein, y proporciona a la astronomía una nueva herramienta para explorar el universo. Esta detección ha sido el producto de décadas de trabajo y desarrollos tecnológicos, y es considerada ya como uno de los resultados científicos más importantes de este siglo: Prueba de ello es la concesión del Premio Nobel de Física en 2017 a los principales responsables del experimento LIGO.
Las primeras ondas gravitacionales detectadas en la historia se originaron en la colisión de dos agujeros negros de 35 y 30 veces la masa de nuestro Sol, que tuvo lugar hace 1400 millones de años. Su detección con LIGO el 14 de septiembre de 2015 marca el comienzo de una nueva época en la exploración del universo. En este artículo recorremos la apasionante historia de este hallazgo y de los que le siguieron, de su significado científico y de su impacto en el conocimiento humano.
