A la hora de solicitar un préstamo se pueden poner en práctica tres criterios que permiten seleccionar el sistema de amortización óptimo, tanto a los prestamistas como a los prestatarios, como son la carga financiera total para el prestatario o beneficio financiero total para el prestamista, el coste efectivo o real para el prestatario y la rentabilidad efectiva o real para el prestamista. Las operaciones de amortización de capital o préstamos constituyen una de las fuentes de financiación habituales para los sujetos económicos, ya que les facilitan la obtención de recursos financieros para satisfacer sus necesidades de consumo e inversión, pero existen diversos métodos de amortización y es necesario basarse en unos criterios para poder decidir qué sistema interesa aplicar en cada operación financiera. En este artículo se analizan tres criterios para la selección del sistema financiero de amortización óptimo, tanto por parte de los prestatarios como de los prestamistas: la carga financiera total, el coste efectivo o real para el prestatario y la rentabilidad efectiva o real para el prestamista. Para ello se consideran los principales métodos de amortización con tipo de interés constante: francés, italiano, americano, mediante términos amortizativos variables en progresión aritmética y en progresión geométrica. Se aplican estos criterios a tres supuestos concretos para poder seleccionar el sistema financiero de amortización óptimo entre todos los sistemas analizados.
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