Una pregunta que nos solemos hacer es si el profesor nace o se hace. Evidentemente, además de los conocimientos en la materia objeto de la enseñanza, un profesor debe poseer conocimientos y habilidades característicos de su oficio. En estos momentos también es conveniente que sepa usar las nuevas herramientas que las tecnologías de la información ponen a disposición de todos y que están revolucionando el mundo. Y todo esto lo podemos adquirir con una buena formación. Pero la mejor arma de un profesor la llevamos “de serie” los humanos: los órganos de los sentidos para captar el mundo en el que estamos inmersos y el cerebro que nos permite interpretar estas señales.
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