Como todas las teorías científicas, la teoría de la evolución evoluciona. Sin embargo, eso no quiere decir que esté en crisis, como defienden diversos movimientos creacionistas. En particular, la teoría del diseño inteligente sostiene, apoyándose en argumentos supuestamente científicos, que la evolución no puede tener lugar sin intervención divina. En la postura opuesta, el ateísmo evolucionista sostiene que la evolución es mero resultado del azar, sin participación alguna del diseño. Ambas posturas son extra-científicas, porque no se puede demostrar que sean falsas. A lo sumo, pueden considerarse como hipótesis metafísicas. La evolución providencial, propuesta por el autor apoyándose en sus investigaciones en el campo de la vida artificial, que proporciona un ejemplo de la combinación de azar y diseño, podría considerarse como una versión puramente metafísica del diseño inteligente.
As every scientific theory, the theory of evolution evolves, but this does not mean that this theory is suffering a crisis, as upheld by various creationist movements. In particular, the theory of intelligent design asserts, relying on apparently scientific arguments, that evolution cannot take place except through divine intervention. As the opposite stance, evolutionary atheism asserts that evolution is a mere result of chance, without any participation of design. Both stances are extra-scientific, because they are un-falsifiable. At most, they can be considered as metaphysical hypotheses. Providential evolution, proposed by the author relying on his research in the field of artificial life, which provides an example of the combination of chance and design, could be considered as a purely metaphysical version of intelligent design.
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