Elisa Frutos Bernal, Juan Carlos Martín Corral, Purificación Galindo Villardón
Introducción El aumento de enfermedades de tipo crónico y degenerativo en el anciano conduce a un mayor consumo de medicamentos, que le convierte en una persona polimedicada, con los problemas que conlleva respecto a reacciones adversas e interacciones de fármacos.
Material y métodos Se analiza la submuestra de la Encuesta Nacional de Salud 2006, correspondiente a adultos mayores de 65 años residentes en Castilla y León (n=458). Mediante un modelo de regresión logística y un análisis factorial de correspondencias, se valoró qué variables influyen más en la polifarmacia.
Resultados El 86% de los entrevistados declaró consumir medicamentos y el 93,9% presenta alguna enfermedad crónica. Los problemas de salud más frecuentes son: artrosis, artritis o reumatismo (53,5%) e hipertensión (48,3%) y los medicamentos más consumidos son hipotensores (45%), medicamentos para el dolor (37,1%) y para el reumatismo (21,4%). Tanto la media de enfermedades presentadas como los fármacos consumidos son significativamente superiores en aquellos que dicen tener «mala o regular salud», los que frecuentan los servicios sanitarios, los que presentan déficit visual y auditivo y los que tienen dependencia para el cuidado personal, labores domésticas y movilidad (p<0,05). Las variables asociadas a la polifarmacia son: 3 o más enfermedades crónicas (OR=18,3), salud autopercibida regular-mala (OR=3,4) y sexo femenino (OR=1,9).
Conclusiones Dada la magnitud del problema sería conveniente incluir en los exámenes de salud del anciano una revisión del consumo de fármacos, en particular en las mujeres mayores de 75 años, con regular o mal estado de salud autopercibido que presentan 3 o más enfermedades.
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