La obtención de estimaciones sobre la extensión de la pobreza y exclusión en áreas menores que la provincia es imposible usando las encuestas existentes, como la Encuesta de Presupuestos Familiares. Por tanto, es necesario recurrir a la única fuente de datos que permite una gran desagregación de los datos: el Censo de Población. Dados tres tipos de hogares previamente determinados en la EPF, no pobres, pobres y vulnerables y pobres y excluidos, obtenemos un modelo mediante análisis discriminante en el que las variables predictoras son las comunes entre censo y encuesta, y con ellas se pretende caracterizar a cada hogar.
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