Hay dos problemas distintos, ambos muy importantes para la construcción de códigos, y ambos involucran números primos: factorizar un entero en producto de sus factores primos, y encontrar primos grandes.
La seguridad de los algoritmos criptográficos utilizados en Internet se basa en el primero de ellos, esto es, en la dificultad de factorizar números grandes en producto de primos.
La Hipótesis de Riemann, al conjeturar cuál es la probabilidad de que un número grande arbitrario sea primo, y decirnos hasta qué grado esta probabilidad acierta, está relacionada con el segundo de los problemas que hemos mencionado. Muchos algoritmos para construir primos grandes que funcionan de manera muy eficiente están construidos sobre la base de que la conjetura de Riemann es cierta, algo que se da por hecho en prácticamente toda la comunidad matemática.
Concluimos, pues, que el que la Hipótesis de Riemann sea verdadera o falsa no afecta la seguridad de los códigos utilizados en internet. Cabe la posibilidad de que un día se encuentre una demostración de dicha hipótesis que incluya un algoritmo para factorizar números grandes. Pero dado que, insistimos, factorizar números grandes y encontrar primos grandes son problemas bien distintos, esta posibilidad resulta poco creíble, incluso si viene avalada por los guionistas de Hollywood.
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