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Resumen de Influencia del periodo de lactancia sobre el desarrollo cognitivo de los hijos valorado a los 6 años de vida

Juan Manuel Pérez Ruiz

  • La lactancia materna es la alimentación más recomendada durante los primeros meses de edad de un recién nacido, tanto por el aporte de nutrientes importantes, como por otra serie de beneficios que comporta tanto para la madre como para el lactante. Diferentes organismos internacionales recomiendan emplear la lactancia materna como alimento idóneo inicial para el desarrollo del bebé, al menos durante los 6 primeros meses de vida.

    Pese a que estas recomendaciones llevan haciéndose desde hace años, diversos factores socioeconómicos, sobre todo los referentes a la situación laboral de la madre, determinan que la prevalencia de lactancia materna siga siendo baja en nuestra sociedad.

    La relación entre lactancia materna y desarrollo cognitivo del niño es un tema de gran interés sobre el que aún planean ciertos interrogantes no bien resueltos. Una de las cuestiones que incide sobre el problema es la multiplicidad de facetas que se engloban bajo la denominación de inteligencia, de manera que el coeficiente intelectual, la antigua medida universal, ha dado paso a una gran cantidad de baterías neuropsicológicas para medir diferentes capacidades cognitivas.

    Los estudios más relevantes sobre lactancia y desarrollo intelectual se han centrado típicamente en comparar lactancia natural frente a alimentación con leche de fórmula. Partimos de la hipótesis de que la lactancia materna es una práctica que depende de la actividad laboral y de la educación de la madre, pero que su duración como alimento exclusivo para el hijo puede condicionar aspectos cognitivos durante su desarrollo.

    Para obtener una medida homogénea, hemos seleccionado la edad de 6 años en el niño, ya que está obligadamente escolarizado a esa edad y puede realizar los tests psicológicos sin el sesgo de presentar diferentes niveles de maduración. No se ha realizado un estudio diferenciado por sexos, ya que se ha entendido que la capacidad intelectual no tiene sesgo sexual significativo.

    Los objetivos concretos de este estudio son: 1.- Valorar factores sociodemográficos y laborales de las madres en relación a la práctica de lactancia.

    2.- Conocer las opiniones de las madres respecto al apoyo legal que recibe la lactancia.

    3.- Valorar la duración de la lactancia exclusiva y de la introducción de alimentación complementaria.

    4.- Recoger información del desarrollo cognitivo de los niños, mediante la aplicación de 5 baterías neuropsicológicas.

    5.- Asociar con los datos de desarrollo neuropsicológico obtenidos en los tests con la duración de la lactancia.

    A pesar de la labor de promoción llevada a cabo en nuestro país para fomentar la lactancia materna, nuestros resultados ponen de manifiesto que aún nos queda mucho por hacer en este sentido, pues la mayoría de los niños de nuestro estudio habían abandonado la lactancia materna exclusiva antes de los 6 meses. Casi la totalidad de las encuestadas muestran su desacuerdo con las actuales normativas de 16 semanas de licencia maternal, y se muestran igualmente unánimes en la creencia de que se requiere un mayor apoyo a la lactancia.

    En nuestro estudio no hay evidencia de relación significativa entre el consumo semanal de chucherías o de comidas precocinadas y el CI de los niños. Pero sí que resulta estadísticamente significativa la relación entre un mayor CI y el consumo habitual de leche como bebida que acompaña a la comida. Los resultados son significativos si se compara el consumo de leche con el consumo de agua (P= 0,007), con un refresco (P= 0,014) y con zumo (P= 0,001).

    Si valoramos las asociaciones entre las puntuaciones obtenidas en los 5 grandes tests cognitivos que se pasaron y los 5 grupos de diferente duración de lactancia, encontramos que el resultado de la P tras la aplicación del test de la Chi-cuadrado es igual a 0,000, es decir, altamente significativo. Hay diferencias entre las 5 categorías de duración de la lactancia y todas las pruebas cognitivas. Entendiendo el CI como la medida más estandarizada de inteligencia, podemos decir que en nuestro estudio, tanto mediante el test K-Bit, como mediante WISC-IV, la media más alta siempre se corresponde con el grupo que lactó durante 6 meses, con valores medios de CI de 103,70 y 104,52 respectivamente, y con el grupo que tuvo lactancia incluso durante más de 6 meses, valores medios respectivos de 106,60 y 104,60.

    Ha quedado probada la relación, altamente significativa, entre la duración de la lactancia y la realización de pruebas que implican una interferencia en su realización, que es precisamente lo que mide la subprueba de alternancia. Este resultado es de gran interés en la clínica pediátrica, ya que los niños con trastorno de hiperactividad y déficit de atención obtienen siempre peores resultados en los tests de interferencia.

    Los resultados obtenidos en este trabajo nos permiten concluir que las recomendaciones de las grandes asociaciones médicas y pediátricas de alargar la lactancia al menos durante 6 meses son muy adecuadas para lograr un mejor desarrollo cognitivo de los hijos.

    La explicación de los efectos beneficiosos de la lactancia en función de la especial composición nutricional de la lecha materna, no termina dar respuesta satisfactoria a todas las preguntas planteadas. Quizá el futuro esté en abordar estos temas comprobando el componente genético y abordando la relación entre cuidados maternos y programación epigenética.

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