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Resumen de Educación, desigualdad y desarrollo: una aplicación al sistema educativo de México

Carmen Trueba Salas

  • El objetivo general de este trabajo es contribuir al debate sobre el papel de la educación en el desarrollo humano, con una aplicación al caso de México.

    Para ello, el Capítulo 1 tiene como objetivo específico la profundización en el conocimiento de las principales ideas que sustentan el paradigma del desarrollo humano, así como en su medición. En primer lugar, se viaja hasta las raíces históricas del paradigma, lo que da cuenta del complejo proceso a través del cual ha tenido lugar este cambio en la concepción del desarrollo .

    A continuación, se revisan los veinte Informes sobre desarrollo humano que ha publicado el PNUD desde 1990, lo cual permite conocer la doctrina de este organismo en torno al paradigma del desarrollo humano.

    Por último, se analiza el papel del Índice de Desarrollo Humano (IDH) como medida complementaria a la renta per cápita. El IDH trata de responder a una larga tradición crítica con el PIB per cápita como indicador de desarrollo, que se remonta al trabajo seminal de Seers (1969) en el que se reclamaba una concepción del desarrollo centrada en ¿las condiciones universalmente aceptadas para la realización del potencial de la personalidad humana¿ y que, ahora, tras la crisis financiera internacional y la gran recesión, parece alcanzar su canonización con una comunicación de la Comisión Europea (2009) . Sin embargo, muchas de las críticas que en su día se hicieron al PIB per cápita como indicador de bienestar se repiten ahora con respecto al IDH, que no ha logrado integrar todas las dimensiones relevantes para la ampliación de las capacidades ni tampoco ha conseguido propuestas de consenso que consideren la sostenibilidad y la distribución. Es por eso que, para finalizar este, capítulo se analizan las principales críticas que ha suscitado el IDH desde su aparición en los Informes del PNUD en 1990.

    Como apéndice del Capítulo 1 se realiza una contribución a una de las principales críticas del IDH con respecto a su redundancia en relación al PIB per cápita. Para ello, se utiliza una técnica de análisis multivariante denominada análisis cluster, y un procedimiento inferencial basado en el estadístico chi-cuadrado de Pearson.

    El objetivo del Capítulo 2 es abordar la educación como elemento constitutivo y constructivo del proceso de desarrollo humano, esto es, la educación implícita en el enfoque de las capacidades de Amartya Sen, como un fin en sí misma. Para ello, en primer lugar se revisa brevemente la evolución de la concepción de la educación como medio para el fin del crecimiento económico desde los orígenes de la Ciencia Económica. En la segunda parte de este capítulo se aborda la educación como dimensión del desarrollo humano a igual nivel que los ingresos para la consecución del mismo.

    El estudio de las raíces etimológicas del término educación devuelve a la esencia del significado original de este fenómeno, el ¿d¿c¿re ¿que confluye en la vertiente evolutiva o del desarrollo humano¿, como una actividad que consiste en extraer lo que el individuo tiene dentro, concibiéndola como ¿un estímulo para el proceso de desarrollo de lo que duerme latente en el ser¿ (Mantovani, 1933). Esta concepción se basa en el protagonismo del alumno, en su espontaneidad y sus posibilidades de desarrollo individual (Nassif, 1975 y García, 1989), valorando, por tanto, de manera fundamental la actividad del educando en detrimento de la actividad del educador.

    Haciendo hincapié en el papel de la educación dentro de una nueva concepción del desarrollo humano, se considera que la ayuda que llega desde el exterior y el desarrollo de las capacidades inherentes de los individuos no son excluyentes, sino que son necesarias en el proceso de la educación.

    A continuación, se estudian los procesos de enseñanza-aprendizaje, basados principalmente en las ideas de Levin (1997), el cual plantea un tipo de formación alejada de caminos ¿demasiado gastados¿, y que evolucione al servicio de los estudiantes, siendo éstos los que marquen los límites del conocimiento ¿por defecto o por exceso¿y no un estricto calendario escolar.

    Además, se analiza el papel de la educación dentro del paradigma del desarrollo humano, a través de las principales manifestaciones de diversos organismos internacionales ¿el Informe Faure (1973), la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), la Declaración Mundial sobre la Educación Para Todos (1990), el Informe Delors (1996) o la Declaración del Milenio (2000)¿ desde que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 se reconociera la educación como un derecho humano fundamental. Para terminar, sobre uno de los principales hitos en esta concepción, el Informe Delors ¿elaborado por la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization)¿, se realiza un estudio detallado de la educación para el desarrollo.

    El objetivo del Capítulo 3, estructurado en cuatro secciones, es la elaboración de una propuesta de Índice de Educación para México, país en el cual el desarrollo de las capacidades individuales del ser humano a través de la educación adquiere una gran relevancia , como se desprende de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley General de Educación (Cámara de Diputados, 2011a y 2011b). El objetivo del índice que se sugiere es la comparación interregional de las 32 entidades federativas que integran el territorio mexicano.

    Así, en la primera sección de este capítulo se presentan las principales características del sistema educativo de México, con el fin de situar el análisis en el contexto de la realidad del país.

    Después, se realiza una aproximación teórica a la medición de un proceso social como fenómeno de carácter multidimensional. A través de las etapas marcadas por el proceso de instrumentación de Lazarsfeld (1973), se aborda la construcción del índice sintético del proceso social educativo que proporcionará ¿una idea clara y precisa¿ del concepto de manera ¿rápida, sencilla, visual y abreviada¿ (Brenes y Gutiérrez-Espeleta, 2007).

    Posteriormente, se estudia el Sistema de Indicadores Educativos de México presentado en el Panorama Educativo de México 2009 ¿caso particular del sistema de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)¿ que elabora el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) desde el año 2003; este sistema de indicadores proporciona información sobre contexto, recursos, procesos y resultados educativos, esto es, da una idea de la calidad del sistema educativo mexicano. En palabras del propio instituto, se trata de ¿un sistema de indicadores válidos y confiables, diseñados con rigor conceptual, técnico y metodológico, el cual ofrece a las autoridades educativas y escolares, a los académicos e investigadores y a la sociedad en general, elementos objetivos que permitan sustentar la evaluación del sistema educativo de México y profundizar en su conocimiento¿ (INEE, 2009a) .

    Finalmente, se presenta la propuesta del Índice de Educación para México, denominado Índice del Panorama Educativo de México, construido según la metodología de Peters y Butler (1970) y UNDP (2010). Para llevar a cabo esta propuesta, se utiliza otra técnica de análisis multivariante denominada análisis factorial, como herramienta fundamental para la construcción de índices sintéticos en la investigación social.

    En el Capítulo 4 se realiza una aproximación a la medición de la desigualdad con medidas de análisis unidimensional y multidimensional aplicadas al sistema educativo de México, país inmerso en América Latina, la región con mayor desigualdad en términos de riqueza y renta. Tal es así, que el último informe regional publicado por el PNUD muestra su preocupación por el obstáculo que supone la desigualdad para el desarrollo humano, considerándose de suma importancia su tratamiento.

    En México, las desigualdades de renta son tan grandes que, si se comparan con las del resto de países de la OCDE, sirven para situarlo a la cabeza de la clasificación, junto con Chile, recientemente incorporado a la organización.

    Para afrontar el objetivo propuesto, en este capítulo se analizan, en primer lugar las raíces históricas de la desigualdad en América Latina para, posteriormente, estudiar el caso de México, considerando de manera particular su desigualdad en educación.

    A continuación, se realiza una aproximación a la medición de la desigualdad entre las 32 entidades federativas en las que se divide el territorio mexicano, para el periodo 2000-2006.

    Así, para abordar el análisis unidimensional se llevan a cabo sendos análisis de la desigualdad mexicana, en términos económicos y educativos, aspectos constitutivos y constructivos del proceso de desarrollo humano. Como aproximación a estas dos dimensiones, se utiliza el PIB per cápita y el Índice de Educación del IDH correspondientes al último Informe sobre desarrollo humano publicado por el PNUD para México (PNUD, 2011). Las medidas utilizadas son el índice de entropía de Theil (1967), el índice de Theil-Bourguignon (Bourguignon, 1979) y el índice de Wolfson (1994).

    El análisis unidimensional se completa con un estudio multidimensional de la desigualdad, en el cual se consideran conjuntamente los aspectos económicos y educativos. Para ello, se utiliza una medida de desigualdad multidimensional, basada en el concepto de entropía generalizada (Maasoumi, 1986).

    Por último, se realiza una descomposición de las medidas de desigualdad obtenidas con objeto de diferenciar las desigualdades existentes ¿entre¿ los grupos de entidades federativas determinados ¿desigualdad intergrupos¿ y ¿dentro¿ de cada uno de ellos ¿desigualdad intragrupos¿.

    El trabajo termina con las principales conclusiones que se extraen de este estudio, junto con las posibles líneas futuras de investigación que pueden derivarse del mismo.


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