Leioa, España
Vamos a terminar esta mini serie de artículos con uno de los artistas contemporáneos que no solo ha hecho del número uno de los elementos principales de sus obras, sino que lo ha convertido en protagonista absoluto de muchas de ellas, el artista pop norteamericano Robert Indiana.
El arte pop fue un movimiento artístico, originado en Gran Bretaña y EE.UU., que se caracterizó por romper con la visión elitista del arte y colocar el centro de gravedad de su ideario en la cultura popular. En particular, en EE. UU. surgió como una reacción al arte individualista, elitista y vacío del expresionismo abstracto (del que hemos escrito en la primera entrega de la serie).
Robert Indiana dedica muchas series de serigrafías, óleos o esculturas a cada uno de esos números básicos. Así tenemos las diferentes versiones de las series de diez obras Números, de 0 a 9, o Polígonos, de 3 a 12, realizadas a partir de la década de 1960, o las enormes esculturas de los diez números que han visitado muchas ciudades a lo largo del mundo (por ejemplo Bilbao en 2007), la series Desde el uno hasta el cero, realizadas a partir de finales de la década de 1970. En todas estas obras la tipografía utilizada para los números es la Clarendon Black. La tipografía del cuadro de Charles Demuth Ví la figura 5 en oro (segundo artículo de la serie), también era la Clarendon. Lo cual no es de extrañar ya que esta obra tuvo una gran influencia en Robert Indiana, quien le dedicó toda una serie de obras, como El pequeño diamante 5 de Demuth (1963) o El sueño americano #5 de Demuth (1963).
Robert Indiana, al igual que Demuth, ha realizado gran cantidad de retratos simbólicos en los que los números son la parte más importante, junto a algunas palabras, frases, círculos, polígonos y otros símbolos (estrellas, flechas o cadenas). Los autorretratos de la serie Década (1971-1980), y los retratos de Pablo Picasso, de Jimmy Carter o, como en el caso de muchos otros artistas pop, de Marilyn Monroe. Este último, La metamorfosis de Norma Jean Mortenson (1967), nos sirve además para poner un ejemplo de una cierta numerología existente en la obra de Indiana. Robert Indiana explicaba así la elección de los números 2 y 6 «26 el año de su nacimiento, 62 el año de su muerte. Con 2 años casi la asfixia una vecina histérica, con 6 años un miembro de sus 12 (2 × 6) familias de acogida trató de violarla. En el año 52 (26 + 26), cuando ella tenía 26 años... interpretó por primera vez un papel dramático y, en la primera semana en la taquilla de Manhattan la obra ganó 26000 $. Se suicidó en el sexto día de agosto, el octavo (6 + 2) mes...».
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